jueves, 18 de abril de 2013

El hiperrealismo de los sueños

Hace unos días estuve en una exposición de hiperrealismo del Museo Thyssen. Me llamó la atención al verla anunciada en la calle y decidí visitarla, cosa de la que me alegro. Me pareció una exposición realmente buena, con bastantes obras, todas ellas sorprendentes de una u otra manera. Me resultó impresionante que haya gente capaz de pitar con tantísimo detalle. Si me hubiesen enseñado una imagen de alguno de los cuadros, habría pasado fácilmente por real; en la mayoría de los casos había que fijarse muy bien para darse cuenta de que no era una fotografía.
Mientras veía la exposición y, dado que en plástica estamos trabajando con lo onírico y las imágenes interiores, estuve reflexionando sobre la nitidez de los sueños. Es curioso cómo somos capaces de crear un mundo imaginario que llenamos de detalles que hacen que nos parezca real. Sin embargo, al despertar, solemos perder esos detalles y nos damos cuenta de que aquello que dormidos nos parecía realidad se vuelve borroso y está plagado de incoherencias. Esta sensación es parecida a lo que me pasaba en la exposición. Los cuadros tenían tanto detalle que parecían imágenes reales, aunque siempre encontrabas algún lugar en el que la pintura desvelaba que no era así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario